España es el país europeo que más alimentos dona pero también uno de los que más desperdicia
Alimentación 12 febrero, 2018 No hay comentarios en España es el país europeo que más alimentos dona pero también uno de los que más desperdiciaLos datos de la Federación Europea de Bancos de Alimentos sitúan a los españoles como los más generosos a la hora de donar comida, pero también los séptimos en cuanto a comida desperdiciada. Con 153 millones de kilos de comida donada durante el año pasado, España es el país de la Unión Europea que más alimentos dona, muy por encima de países como Francia.
Las donaciones de comida en nuestro país no pueden hacerse de forma directa, sino que deben realizarse a través de una organización inscrita en el registro de entidades sociales de su comunidad autónoma, que incluye comedores sociales y centros de día.
Actualmente, también existen algunas grandes cadenas de nuestro país que donan excedentes y ‘mermas’, alimentos próximos a su fecha de caducidad o con envases dañados. A través de acuerdos con ONG’s, cadenas como Mercadona, Supersol o Coviran donan entre 12.500 y 13.000 toneladas de alimentos al año tal y como recoge Europa Press. Eroski, dentro de su estrategia ‘Desperdicio Cero’, entregó más de 7.000 toneladas a los bancos de alimentos en 2017 y Carrefour, 10.000 toneladas, incluyendo diversas ‘operaciones kilo’ que la compañía francesa puso en marcha para la donación espontánea de los consumidores.
Pero según datos de ASEDAS, patronal de distribución que representa casi el 70% de la de venta de productos de alimentación en España, estas y otras cadenas desperdician entre el 0,2% y el 1% del producto comercializado.
Pero es el consumo particular el que más comida deshecha, muy por encima de sectores como el de la distribución o la restauración. Concretamente, cada español desperdicia 179 kilos de alimentos al año, lo que se traduce en 3.000 millones de euros ‘tirados a la basura’ anualmente, de acuerdo a los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medioambiente (MAPAMA). De estos alimentos que acaban en la basura, aproximadamente 1,2 millones son aptos para el consumo.
Un estudio de Aecoc sobre hábitos de aprovechamiento revela que el 70% de los consumidores que tira comida en sus hogares lo hace por pereza o descuido y sólo el 15% que no desperdicia nunca alimentos.
Iniciativas contra el desperdicio de alimentos
Muchos expertos apuntan a que la concienciación sobre aprovechamiento debe inculcarse desde niños, por ello muchos colegios incluyen en sus programas educativos actividades relacionadas con la importancia de la comida y la concienciación sobre la situación de hambre que viven muchas personas en el mundo.
Un ejemplo de ello es la campaña ‘La comida no se tira‘, puesta en marcha por la Consejería de Educación de la Junta y empresas concesionarias del servicio público de comedor durante el curso pasado. Durante siete semanas, 16 colegios de Castilla y León estudiaron protocolos de actuación para reducir los excedentes y establecieron acuerdos de colaboración con bancos de alimentos y algunas ONG para encontrar una salida a éstos.
Otro frente abierto en la lucha contra el consumo irresponsable de alimentos es la ley. Países como Italia cuentan con su propia Ley de Despilfarro para facilitar la donación de alimentos por parte de los productores o propietarios de establecimientos, y permitir a los ciudadanos llevarse la comida sobrante de un restaurante.
En la actualidad también existen diversas apps que pueden ayudarnos a controlar nuestro excedente como Guest-imator, una aplicación creada por la organización sin ánimo de lucro Save The Food, que permite calcular la cantidad de ingredientes necesarios para una hipotética cena introduciendo el número de comensales, los platos que habrá en la mesa y la cantidad que debería sobrar; Ratatouille o BeneBene que permiten conectar con organizaciones solidarias y ayudan a encontrar personas a las que donar los alimentos sobrantes en buen estado; o Tupper, un punto de encuentro entre consumidores y establecimientos alimentarios para reducir los desperdicios alimentarios.