Alimentos que puedes congelar y seguramente no lo sabías

Muchas veces, cuando preparamos diferentes platos en casa y sobran restos que no queremos comer inmediatamente al día siguiente, la mejor solución puede ser congelarlos. Gracias a esta técnica también será posible almacenar alimentos para contar con ellos esos días en los que estemos cansados, sin tiempo o sin ganas de ponernos a cocinar algo.

Sin embargo, somos conscientes de que la mayoría de la gente suele congelar los alimentos básicos, aquellos que todo el mundo considera en estos casos. Por eso, queríamos enseñarte algunos otros que se pueden congelar aunque casi nadie lo sepa, para que comiences a aprovecharlos más adelante en lugar de deshacerte de ellos.

Por ejemplo, sobre todo aquellas personas que vivan solas o que sean las únicas que consuman leche en su familia, sabrás que más de una vez tienen que botar parte del envase porque no llegan a consumirlo en buen estado. Sin embargo, la leche puede congelarse sin problemas. Eso sí, como en el proceso algunos de sus componentes se separa, conviene que la batas antes de consumirla, o bien que la uses en cremas.

Algo semejante ocurre con la mantequilla. Tampoco estás obligado a consumirla por completo una vez que la hayas abierto. Te recomendamos congelarla en trozos no demasiado grandes, para ir retirándolos de a uno del congelador.

Los frutos secos y diferentes semillas ya forman parte de la dieta de muchísimas personas. Si los compras en cantidad puedes ahorrar una enorme cantidad de dinero, y además, al congelarlos estarán siempre disponibles. Todo lo que tienes que hacer es pelarlos si tienen cáscara, y almacenarlos en una bolsa.

Luego, sabemos que los aguacates son una de las opciones preferidas de los lectores. Si notas que hay una oferta de ellos en el supermercado, puedes traerte varios y congelar algunos para usarlos luego. Claro que para su conservación tienes que cortarlos en trozos y agregarle algo de zumo de limón. Podrás tener un guacamole casi listo cuando quieras.

Y finalmente, las patatas fritas tradicionales, que vienen en bolsas y que muchas veces sobran, también pueden enviarse directo al congelador. De hecho, es un buen truco también si quieres que quede más crujientes que de costumbre.

También los mariscos pueden congelarse. Y recuerda que tienen múltiples beneficios para los niños de la casa.