Los clientes optan por las marcas propias

La cesta de los consumidores ha variado mucho a lo largo del año. En este último trimestre, la inflación tiene mucho que ver en esto. La subida de los precios de los productos ha ascendido exponencialmente, lo que ha cambiado el comportamiento de compra de los consumidores y puede haber cogido desprevenidos a los principales supermercados.

Jesús Alonso y Xaver Cros, cofundadores de la empresa «Across the Shopper» han analizado este cambio de tendencia de los últimos meses. Estos especialistas han asegurado que la situación no es favorable, pero que, aun así, hay razones para ser optimistas.

Sin embargo, los beneficios parece que pueden ser positivos para aquellas personas con rentas altas, las cuales pueden utilizar está circunstancia para sacar un mayor crecimiento. Mientras tanto, los supermercados afrontan el problema de diferente manera. Las grandes corporaciones empiezan a caer, a favor de aquellas que tienen sus propias marcas, lo que se conoce como «marcas blancas«, y demuestran calidad en sus productos.

Sin embargo, las familias de rentas pequeñas, las más afectadas por lo ocurrido han decido realizar visitas más frecuentes a los establecimientos, con cestas más pequeñas. Según los datos de NielsenIQ, la frecuencia de compra ha aumentado en más de un 5%. Es la forma que han elegido los consumidores para defenderse de la subida de los precios.

En este ámbito tiene mucho que ver la «marca blanca», ya que son productos, en su mayoría de gran calidad, pero con un precio mucho más asequible para los consumidores. Esto ha bajado el consumo de productos exclusivos y ha hecho que las grandes marcas se pongan alerta.

No parece que vaya a existir un cambió de tendencia, al menos hasta la caída de los precios. Con lo que los supermercados y las marcas tendrán que reinventarse.