Mitos sobre la cerveza: qué es verdad y qué es mentira

Existen diferentes mitos que rondan alrededor de la cerveza, muchos de ellos relacionan a la bebida con la salud. En esta entrada nos referiremos a este tipo de mitos, si son ciertos o no y algunas de las propiedades saludables de la misma.

Todos sabemos que la cerveza es una de las bebidas alcohólicas que más se consumen en todo el mundo, sin lugar a dudas es una de las preferidas por las personas que la definen como la preferida. Pero a pesar de la gran prensa que tiene y los diferentes estudios que demuestran sus beneficios no todo lo que brilla es oro.

La cerveza, lo mismo que todas las bebidas alcohólicas, al ser consumidas en exceso pueden generar un efecto negativo en el organismo, y en ciertos casos puede provocar daños permanentes. Te contaremos porque algunas de las propiedades que dicen tener son una mentira.

Uno de los mitos asegura que la cerveza tiene la capacidad de hidratar. Por eso muchas personas después de realizar actividad física se juntan con sus amigos a tomar una cerveza, pensando que así podrán recuperar el líquido perdido. Pero eso no es así. A pesar de la gran cantidad de agua, potasio y sodio el alcohol genera efectos diuréticos que bloquean los demás beneficios. Por eso, para conseguir una buena hidratación después de la actividad física se aconseja el consumo de una bebida isotónica.

El segundo mito del que hablaremos considera que la cerveza ayuda a proteger el sistema cardiovascular. No existe evidencia científica para afirmar este mito. Si queremos suponer que así fuera no estamos asumiendo el resto de los riesgos globales que puede provocar en la salud.

El problema reside en que no existe una unidad que defina de manera universal la cantidad de cerveza que se podría considerar como un consumo moderado o un consumo responsable. Por eso las cantidades pueden ser un punto que jueguen en contra. Si la persona se excede en el consumo las consecuencias para la salud pueden ser graves.

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