4 de cada 10 niños ingresados por asma son fumadores pasivos

Si hace tiempo se viene observando un crecimiento en la tasa de asma infantil como consecuencia de la contaminación atmosférica, ahora los niños se encuentran también con las dificultades que plantea tener fumadores activos en su entorno, situación que automáticamente les convierte en fumadores pasivos. Las últimas cifras difundidas por los expertos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid así lo demuestran.

Concretamente, estos especialistas han documentado que el 41% de los niños ingresados por crisis asmáticas son fumadores pasivos en sus grupos familiares, exponiéndose a crisis respiratorias incluso más complejas que las que sufren aquellos que poseen la enfermedad bajo otras circunstancias.

Las estadísticas, difundidas a través del informe «Impacto del tabaquismo pasivo en la función pulmonar y gravedad del asma en la población pediátrica«, fueron publicadas en la revista Archivos de Bronconeumología, perteneciente a la Sociedad Española de Neumología Pediátrica –SENP-.

Sus datos marcan una coincidencia casi total con los de la Organización Mundial de la Salud –OMS– que señala que 4 de cada 10 niños en todo el mundo se encuentran expuestos a ser víctimas de tabaquismo pasivo en el ámbito hogareño.

Antonio Moreno, coordinador del Área de Neumología Pediátrica de SEPAR, otra prestigiosa institución temática, ha manifestado que «asma y tabaquismo pasivo son un mal binomio, ya que los niños asmáticos sufren de hiperreactividad bronquial y, son más vulnerables a contaminantes ambientales, como el humo de tabaco, que aumenta la inflamación de la vía aérea, la secreción bronquial y la limitación del flujo aéreo».

Recordemos, además, que hace ya años que neumólogos de todas partes del mundo plantean la necesidad de que el tabaquismo pasivo sea considerado maltrato infantil.