El 13,3 % de los hogares españoles sufre inseguridad alimentaria

La pandemia por coronavirus aún no se ha acabado, y ya comenzamos a ver algunas de las principales consecuencias que dejará en la sociedad española, varias de ellas previsibles, como el rebrote de enfermedades que parecían superadas, por ejemplo la sarna, y otras, como el drama de la inseguridad alimentaria.

En efecto, el Estudio sobre Inseguridad Alimentaria en España, realizado por las investigadoras Ana Moragues-Faus y Claudia Magaña-González, impulsado por la Universidad de Barcelona y apoyado por la Fundación Daniel y Nina Carasso, ratifica aquello que los especialistas alertaban: hay hogares en el país en los que el plato de comida no está asegurado.

El 13,3 % de los hogares nacionales sufre inseguridad alimentaria, según indican los autores de esta investigación. Básicamente, esto significa que incluso cuando sus integrantes puedan llenarse la panza al final del día, normalmente no tienen acceso a los nutrientes necesarios para una vida saludable.

La inseguridad alimentaria, una problemática que suele asociarse más con los conflictos armados y los eventos climáticos, parece haber alcanzado a muchas de esas naciones que creían que hablábamos de un inconveniente propio del tercer mundo. Aparentemente, el impacto de la pandemia ha sido mayor del esperado, y eso se deja ver en estos informes.

De acuerdo a los datos aportados por Moragues-Faus en la presentación del estudio, cada año mueren 90.000 personas por dietas inadecuadas, y esto pasa a pesar del enorme esfuerzo que realizan los Bancos de Alimentos, que han atendido a más de un millón y medio de personas entre 2020 y 2021.

Pero si unos 3.000 millones de personas padecen algún tipo de malnutrición, es evidente que hay una lógica imperante que debe cambiar, ofreciendo las herramientas necesarias para que quienes no tienen acceso económico a los nutrientes lo tengan, y que quienes pueden pagar mejores alimentos, comprendan la importancia de una dieta sana.