Síndrome de alimentación nocturna: ¿qué es y cómo tratarlo?

En numerosas ocasiones hemos hablado acerca de aquellos alimentos que debes evitar en las noches para alcanzar una dieta saludable. Pues bien, si notas que seguir esas recomendaciones se te hace demasiado difícil es probable que, en realidad, sufras lo que se conoce como síndrome de alimentación nocturna.

Este trastorno, mencionado por primera vez en el año 1955, como consecuencia de un estudio del psiquiatra AJ Stunkard, refiere a una conducta alimentaria que en su momento fue incluida dentro del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales –DSM-5-, motivo que nos lleva a considerarla.

¿Y de qué forma se lo describe? Básicamente, a partir de la unión de los síntomas que características otros comportamientos erráticos, relacionados con los trastornos alimentarios, del sueño, y hasta del estado de ánimo, que confluyen en este síndrome.

Conceptualizado hace siete décadas, el fenómeno ha ido mutando en la consideración de los investigadores con el paso de los años, conforme más y más personas alrededor del mundo lo padecen, algo que se explica a través de las problemáticas anímicas, posteriormente afectando al sueño y a la alimentación.

De acuerdo a las estadísticas más recientes, este síndrome muestra una prevalencia similar en hombres y mujeres, aproximadamente de entre el 1,1% y 1,5%, aunque ciertos grupos de pacientes parecen presentar una mayor propensión, como por ejemplo en los candidatos a una cirugía bariátrica.

La evidencia más clara de estar pasando por un episodio de síndrome de alimentación nocturna es que al menos una cuarta parte de la ingesta de alimentos del día se produce después de la cena, con desórdenes constantes en las horas del sueño que acaban en la nevera, buscando restos de comidas y/o dulces.

En este sentido, resulta fundamental atender a los inconvenientes del descanso, y el deporte contra la falta de sueño puede ser un interesantísimo aliado pensando en no permanecer alerta más tiempo del debido, dormirse, y evitar las comidas nocturnas.