Los alimentos clásicos del otoño y sus principales propiedades

Como seguramente habrás notado en algún momento, ciertos alimentos son más bien de época o de estación. Es decir, es muy fácil encontrarlos en determinados momentos del año, mientras que en otras instancias conseguirlos puede ser mucho más difícil. Ahora que estamos en pleno otoño, es buen momento para conocer cuáles son los alimentos típicos de estos meses.

Pero no se trata sólo de revisar algunos ejemplos, sino también de modificar nuestra dieta a partir de este conocimiento. En primera instancia, en otoño es necesario ingerir mayor cantidad de calorías que en verano, porque comienza el frío. Además, esa ingesta fuerte de calorías debería producirse sobre todo en la primera parte del día, entre el desayuno y el almuerzo.

Ahora bien, ¿cuáles son los principales alimentos clásicos del otoño con los que nos encontramos?

El primero de ellos es la patata. Se trata de un alimento perfecto para cualquier tipo de preparación, que además puede cocinarse de muchas formas diferentes. En lo que respecta a sus nutrientes, nos ofrece sobre todo buenas cantidades de carbono, almidón y minerales variados.

En segundo lugar, tampoco queríamos dejar de mencionar lo que ocurre con la calabaza. Acerca de ésta, su enorme cantidad de vitamina C y sus otras propiedades la hacen una aliada perfecta si queremos evitar el estreñimiento.

Si te gustan los frutos secos, debes saber que hay algunos que podríamos calificarlos como propios del otoño. Nos referimos tanto a las avellanas como a las nueces. Por supuesto, destacan por su aporte en aceites vegetales, hierro y minerales. Sin embargo, no abuses en su consumo porque resultan hipercalóricas.

Los amantes del higo, mientras tanto, encuentra en el otoño un momento del año ideal para disfrutarlo. Se trata de un alimento que puede ser extremadamente recomendable para el bienestar del intestino como del aparato respiratorio.

Y por último, las uvas, claro. Una fruta que se distingue por sus propiedades desintoxicantes, además de su aporte en vitaminas y sales minerales. Si quieres proteger tu sistema nervioso, pocas opciones mejores. Y si a eso le sumamos que podemos agregarla a nuestra dieta si de vez en cuando bebemos una copa de vino, mejor aún, ¿verdad?