La distribución alimentaria no podrá soportar otra huelga

Los transportistas piden al Gobierno que contraataque la subida del precio de carburantes y amenazan con tomar medidas más drásticas para agilizar estos cambios. Esto, supondría la consecución de los problemas en la cadena de abastecimiento de productos básicos, que, según un comunicado conjunto de las asociaciones agrarias y empresariales más importantes del país «podría tener graves consecuencias sobre las empresas y los consumidores».

Este conflicto llega en un momento en el que los gobiernos regionales están apostando por el mantenimiento de las carreteras como respuesta a la ola de calor que aumenta notablemente la temperatura de los suelos. Los representantes del sector agroalimentario recuerdan que están prestando un servicio esencial, tal y como fue valorado durante la pandemia, que tiene como destino mercados internacionales. En este sentido, la pérdida del prestigio y destinos de exportación por el no abastecimiento también sería otro de los factores a tener en cuenta que afectan al sector.

El sector alimentario, mientras tanto, refuerza los pavimentos industriales de su infraestructura con el fin de albergar un volumen de alimentos superior al que almacenan en la actualidad y así poder llegar al suministro de la totalidad de la ciudadanía. Así pretenden hacer un esfuerzo para repercutir lo menos posible en un consumidor que también está sufriendo el alza de los precios del coste del combustible, los precios de la energía y la dificultad general de acceso a las materias primas.

Los trasportistas, «hartos de promesas que no terminan de ser efectivas» piden al gobierno llegar a finales de julio con una Ley o un Decreto Ley que proteja los costes de explotación cuando realicen un servicio. Esto evitará la situación de marzo que, junto con otras causas, provocó el aumento estrepitoso de la inflación.

El sector alimentario se provee con cimentaciones especiales que refuerzan su infraestructura y que permiten llegar a abastecer a toda la población española y a externalizar productos hacia el extranjero. Ahora es el turno de los organismos regionales y nacionales de responder a las peticiones de un sector esencial para la ciudadanía española.