La importancia de mantener la cadena de frío en alimentos

La importancia de mantener la cadena de frío en alimentos

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Dentro del sector de alimentos un punto clave es poder mantener la cadena de frío, tanto en el aspecto normativo, económico y técnico. La cadena de frío se encuentra presente en las diferentes etapas de un producto, desde el momento de su producción hasta el momento de su consumo.

Gracias a una correcta cadena de frío se podrá incrementar la vida útil de los alimentos, especialmente los productos agrícolas frescos y los procesados, además, es muy importante cuando se está buscando prevenir diferentes enfermedades que son transmitidas por los alimentos.

Con un buen frío se conservan los alimentos evitando la proliferación de distintos microorganismos patógenos sin tener que alterar su sabor original, ni las cualidades organolépticas, ni los relacionados a la nutrición. En las diferentes etapas de la cadena de frío (como la producción, almacenamiento, transporte, en la distribución, la venta y la conservación en los hogares de estos alimentos) es necesario mantener una temperatura que vaya de los 0ºC a 7ºC dependiendo de los diferentes alimentos. En el caso de los alimentos congelados o ultracongelados se tienen que mantener entre -12ºC y -18ºC.

Alimentos como el pescado, la carne, lácteos o vegetales requieren de temperaturas de conservación que tienen que ser controladas. Exponer los alimentos a cambios de temperatura, aunque sea de forma puntual, puede generar problemas como maduraciones incontroladas o la aparición de microorganismos perjudiciales para la salud.

Cuando se rompe la cadena de frío se perjudica la seguridad del alimento, por eso es tan importante mantenerla. El consumidor también es responsable de conservarla una vez comprado el producto. De nada servirá tener una buena cadena desde la producción hasta la venta si en el hogar se rompe.

En el caso de los vegetales frescos, si se rompe la cadena de frío se incrementará el proceso de la maduración y la velocidad del deterioro enzimático. En el caso de los productos congelados comenzarán a aparecer dolores desagradables por el deterioro de las proteínas y se proliferarán bacterias patógenas.

Foto | Pixabay

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