Las flores comestibles, el nuevo negocio de futuro que impulsa la restauración

Si la nueva moda de los alimentos con CBD se asienta en España y hemos estado hablando acerca de ella en el pasado, sabemos que no se trata de la única tendencia que poco a poco se está vislumbrando en el país, sino que en esta ocasión vamos a detenernos en las flores comestibles, el nuevo negocio de futuro que impulsa la restauración.

En efecto, aunque es un hecho que no todas las flores pueden ser clasificadas entre las comestibles, recientemente hemos visto un crecimiento de su incorporación a toda clase de platos, más que nada dentro de la alta gastronomía, donde los profesionales médicos recomienda ser «precavidos» en su consumo.

Así, en la restauración creen que las flores pueden ser uno de los grandes atractivos con los que se encuentren los clientes al regresar a sus establecimientos favoritos, ya superado aparentemente lo peor de la situación epidemiológica.

Entre las flores comestibles que comienzan a abrirse camino dentro de la restauración tenemos algunas como los pétalos de rosas, las flores de ajo, el jazmín o el hinojo, opciones que en todos los casos tienen a favor el toque estético que le proporcionan a los platos, además de sabor.

Y aunque Francia sigue siendo indiscutiblemente el líder europeo en adopción de flores como alimentos, las cristalizadas, liofilizadas y deshidratadas de éstas tienen una cada vez más importante demanda en España, algo que ha propiciado la aparición de plataformas especializadas, como Innoflower.

Vale la pena decir que no sólo la restauración parece atenta al mayor interés de los comensales por estos productos alternativos, ya que algunos recordarán que Larsa lanzó una nueva gama de yogures con flores como ingrediente.